¿Por qué se confunden a menudo la menopausia y el hipotiroidismo?
La menopausia y los trastornos tiroideos, especialmente el hipotiroidismo, comparten muchos síntomas. Ambas condiciones afectan al sistema hormonal y pueden provocar molestias similares, tanto físicas como mentales. Esto hace que muchas mujeres no estén seguras de si su malestar se debe “solo a la menopausia” o a una enfermedad tiroidea no tratada.
Tanto la menopausia como el hipotiroidismo son más frecuentes entre los 40 y los 60 años, y su coexistencia es bastante común. Además, los cambios hormonales asociados al climaterio pueden incluso afectar el funcionamiento de la glándula tiroides1.
Síntomas comunes de la menopausia y el hipotiroidismo
- fatiga y falta de energía
- cambios de humor, irritabilidad, depresión
- aumento de peso sin cambios en la dieta
- problemas de sueño
- “niebla mental”, dificultades de concentración y memoria
- disminución de la libido
- sequedad de la piel
- trastornos menstruales (en las primeras fases de la menopausia)
Síntomas característicos del hipotiroidismo
- sensación de frío, incluso cuando otros tienen calor
- lentitud en los movimientos y el habla
- hinchazón de la cara y los párpados
- estreñimiento
- cabello seco y quebradizo, caída de la parte externa de las cejas
- presión arterial baja
- frecuencia cardíaca baja
- infertilidad inexplicada (antes de la menopausia)
Síntomas típicos de la menopausia
- sofocos y sudores nocturnos
- menstruaciones irregulares o desaparición completa
- sequedad vaginal y dolor durante las relaciones sexuales
- mayor irritabilidad hormonal (cambios de humor repentinos)
- aumento del colesterol LDL (especialmente después de la menopausia)
- trastornos del sueño relacionados con los sudores nocturnos
¿Por qué conviene examinar la tiroides durante la menopausia?
Muchas mujeres en el climaterio padecen simultáneamente un hipotiroidismo oculto o no tratado, a menudo relacionado con la enfermedad de Hashimoto. Esta afección autoinmune puede activarse precisamente en épocas de grandes cambios hormonales. Se estima que 1 de cada 5 mujeres mayores de 50 años tiene un TSH elevado2.
Pruebas recomendadas:
- TSH (hormona estimulante de la tiroides): principal indicador de la función tiroidea
- FT4 y FT3: niveles de hormonas tiroideas libres
- anticuerpos anti-TPO y anti-TG: típicos de la tiroiditis de Hashimoto
- ecografía tiroidea: evaluación de la estructura y presencia de anomalías
¿Qué hacer si ambas condiciones ocurren al mismo tiempo?
No es raro. En tal caso, se requiere un enfoque integral:
- monitoreo del nivel de TSH y tratamiento con levotiroxina si es necesario
- uso de terapia hormonal sustitutiva (THS) o fitohormonas si está indicado
- dieta que apoye la tiroides y el sistema hormonal (rica en yodo, selenio, zinc y vitamina D)
- seguimiento del bienestar y de la respuesta al tratamiento
Importante: el tratamiento de la tiroides y de la menopausia debe estar supervisado por dos especialistas distintos – un ginecólogo y un endocrinólogo – que trabajen en coordinación.
Resumen
Los síntomas del hipotiroidismo y de la menopausia a menudo se superponen, lo que puede llevar a errores diagnósticos. Las mujeres en edad perimenopáusica deben hacerse controles rutinarios de las hormonas tiroideas, especialmente si experimentan síntomas depresivos, fatiga o aumento de peso. Un diagnóstico consciente no solo mejora la calidad de vida, sino que también previene complicaciones de salud más graves en el futuro.
Referencias
1 Poppe K et al. Thyroid disorders in the elderly. Rev Endocr Metab Disord. 2009;10(2):131–142.
2 Vanderpump MPJ. The epidemiology of thyroid disease. Br Med Bull. 2011;99(1):39–51.
3 Spencer CA et al. National Health and Nutrition Examination Survey data. Thyroid. 2005;15(3):210–220.
4 Davis SR et al. Diagnosis and management of menopause: The Endocrine Society Clinical Practice Guideline. J Clin Endocrinol Metab. 2015;100(11):3975–4011.