La menopausia quirúrgica es una condición en la que la menopausia se induce artificialmente, generalmente como resultado de la extirpación de los ovarios. A diferencia de la menopausia natural, este proceso ocurre de manera repentina y brusca, y los síntomas hormonales suelen aparecer inmediatamente después de la cirugía. Esta situación requiere un enfoque terapéutico y de apoyo diferente al de la menopausia natural. En este artículo explicamos qué es la menopausia quirúrgica, cuándo ocurre, qué consecuencias tiene y cómo afrontarlas.

¿Qué es la menopausia quirúrgica?

La menopausia quirúrgica ocurre tras la extirpación de ambos ovarios (llamada ooforectomía bilateral), independientemente de la edad de la mujer. También puede presentarse después de una histerectomía si los ovarios también se extirpan o dejan de funcionar correctamente como consecuencia de la operación. Las causas más comunes incluyen:

  • cáncer de ovarios, útero o cuello uterino
  • endometriosis resistente al tratamiento
  • quistes ováricos o miomas
  • profilaxis en mujeres con mutaciones BRCA1/BRCA2 (alto riesgo de cáncer de ovario y mama)

Consecuencia: interrupción abrupta de la producción de estrógenos y progesterona – sin la fase de transición típica de la menopausia natural⁽¹⁾.

Síntomas de la menopausia quirúrgica

Los síntomas suelen aparecer pocos días después de la operación y pueden ser más intensos que en la menopausia natural:

  • sofocos intensos y repentinos, sudores nocturnos
  • sequedad vaginal, disminución de la libido, dolor durante las relaciones sexuales
  • cambios de humor, irritabilidad, ansiedad, depresión
  • problemas de sueño y concentración
  • dolores articulares, fatiga
  • rápida pérdida de densidad ósea y riesgo de osteoporosis
  • mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas⁽²⁾

Cuanto más joven es la mujer, mayor es el riesgo de complicaciones derivadas de la falta de hormonas, especialmente si no se inicia el tratamiento adecuado.

Tratamiento y apoyo tras la menopausia quirúrgica

1. Terapia hormonal sustitutiva (THS)

La THS es el tratamiento estándar en mujeres jóvenes tras la ooforectomía, siempre que no existan contraindicaciones oncológicas.

  • debe iniciarse lo antes posible después de la cirugía
  • generalmente se utiliza una combinación de estrógenos y progesterona (si el útero permanece)
  • en mujeres con histerectomía se pueden administrar solo estrógenos
  • el objetivo no es solo aliviar los síntomas, sino también proteger el sistema cardiovascular, óseo y nervioso⁽³⁾

2. Medicación y terapias complementarias

  • estrógenos vaginales locales (para la sequedad y las infecciones)
  • antidepresivos (ISRS/IRSN) – en casos de trastornos severos del estado de ánimo
  • suplementos de calcio, vitamina D y omega-3
  • fisioterapia uroginecológica (prevención de la incontinencia urinaria)

3. Apoyo psicológico

Para muchas mujeres, la menopausia repentina es una experiencia psicológica difícil, relacionada con la pérdida de fertilidad, feminidad o el miedo al cáncer. Se recomienda:

  • apoyo terapéutico profesional
  • participación en grupos de apoyo para mujeres tras la ooforectomía
  • educación e implicación del médico, la pareja y la familia

Vida después de la menopausia quirúrgica

Aunque la menopausia quirúrgica pueda parecer un cambio drástico, el inicio temprano del tratamiento y un cambio en el estilo de vida permiten mantener una buena calidad de vida. Factores clave:

  • actividad física regular (ejercicio de fuerza y aeróbico)
  • dieta antiinflamatoria rica en calcio
  • evitar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol
  • controles médicos regulares (huesos, corazón, hormonas)

En mujeres con mutaciones BRCA, la decisión de extirpar los ovarios es difícil, pero reduce significativamente el riesgo de cáncer de ovario y de mama. No representa el fin de la vida, sino una nueva etapa que se puede atravesar de forma consciente y segura⁽⁴⁾.

Resumen

La menopausia quirúrgica es una experiencia intensa a nivel físico y emocional que requiere un enfoque especial. Un tratamiento hormonal adecuado, apoyo psicológico y cambios en el estilo de vida ayudan a aliviar los síntomas y prevenir consecuencias de salud a largo plazo. La clave está en el diagnóstico precoz, la atención personalizada y la apertura a recibir ayuda —tanto médica como emocional—.

Referencias

  • Rocca WA et al. Long-term effects of bilateral oophorectomy on brain aging and Alzheimer’s disease risk. JAMA Neurol. 2014.
  • Parker WH et al. Oophorectomy versus ovarian conservation with hysterectomy: effect on long-term health. Obstet Gynecol. 2009.
  • L’Hermite M. Bioidentical menopausal hormone therapy: registered hormones (nonoral estradiol ± progesterone) are optimal. Climacteric. 2017.
  • Rebbeck TR et al. Prophylactic oophorectomy in women with BRCA1 or BRCA2 mutations. N Engl J Med. 2002.
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